No le ha sentado nada bien al ministro de Economía, Pedro Solbes, que el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, desautorizara sus presupuestos. Y tras Caruana se abrió la veda. Primero el comisario Europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, después El País y, como broche de oro, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana.

Solbes dice "poder aceptar" el recorte de entre una y dos décimas planteado por Caruana en las previsiones de crecimiento para este ejercicio. Sin embargo, señala que el 2,8% previsto "es difícil, pero no imposible" y se aferra al crecimiento en la inversión en bienes de equipo y una recaudación de IVA mejor que lo esperado. "Por tanto, lo mejor es esperar antes de hacer previsiones negativas", señalaba en el Foro Intereconomía celebrado en la mañana del martes 19. O dicho de otro modo, sostenella y no enmendalla.

La máxima es también aplicable a las críticas recibidas sobre el crecimiento previsto para 2005. A su juicio, el debate sobre si creceremos un 3% o un 2,9% resulta "estéril": "Es un debate que se produce todos los años, pero el impacto presupuestario no es tan elevado". En su criterio, y siguiendo el modelo establecido por la Comisión Europea, el desfase de 10 dólares/barril en el precio del petróleo tendría un impacto para nuestra economía de dos décimas en términos de PIB y de una décima en términos de inflación.

Un discurso muy diferente al practicado cuando se sentaba en el sillón de comisario de Asuntos Económicos. Entonces, defendía que la subida de 5 dólares el barril tendría un impacto entre 2 y 3 décimas sobre el crecimiento económico. Es decir, más del doble de lo afirmado ahora. La diferencia es que, entonces, gobernaba el PP y ahora lo hace el PSOE.

"Estoy dispuesto a aceptar que el petróleo no se situará en los 33,5 dólares presupuestados para 2005", concedió Solbes, para después añadir que "sería un exceso" pensar que se situaría en los 50 dólares. En su opinión, las circunstancias han variado desde el mes de julio en el que el Gobierno realizó sus previsiones macroeconómicas: "Entonces, el mercado de futuros para 2005 del petróleo marcaba los 33,5 dólares que nosotros incluimos en los presupuestos". Solbes añade que cuando en junio el Ejecutivo preveía un crecimiento del 3% para 2005, la OCDE pronosticaba un 3,4% y el FMI un 3,3%. "Entonces nos llamaron pesimistas y ahora optimistas", se lamenta. ¡Qué duro es ser ministro de Economía!