Real Madrid y Barcelona exigirían más dinero por los derechos de retransmisión 

Antes de las elecciones autonómicas catalanas de noviembre hay otros comicios no menos relevantes: el 13 de junio se elige al sucesor de Joan Laporta como presidente del Barça. El candidato que cuenta con más posibilidades es Sandro Rosell, ex vicepresidente del Barça hombre con fama de honrado, especialista en el trasiego de jugadores, todo sea dicho.

Pues bien, uno de los candidatos de Laporta, Marc Ingla (el otro sería Jaume Ferrer, o incluso  Ferrán Soriano, al que luego me referiré) ha acusado a Rosell de estar imputado en Brasil, porque el juego sucio y las elecciones, en cualquier predio, suelen ir muy unidas. Es mentira, y Rosell le ha llevado a los tribunales. Las encuestas dan hasta un 70% de los votos a Rosell mientras que apenas ofrecen el 15% de Ingla, entre otras cosas porque el frente opositor a Rosell es un frente muy potente, pero hay demasiados líderes que no quieren ceder la primogenitura. Sobre todos ellos, figura Jaume Roures el hombre de Mediapro y La Sexta, el aparato más ligado a Zapatero y al PSC. En otras palabras, el depósito lógico para Rosell no eran ni Ingla ni Ferrer, sino Ferrán Soriano, el presidente de Spanair. Resulta que Soriano exige, como Florentino Pérez, permanecer al frente de la aerolínea y del Barça, todo a un tiempo. Y no se engañen, aunque Laporta e Ingla se crucen acusaciones, lo cierto es que sólo hay dos candidatos a la Presidencia del Barça: Rosell y los adversarios de Rosell.

En ese frente anti-Rosell figuran, además de Roures y los Migueles (La Sexta), Johan Cruyff, el propio Laporta, el PSC de Montilla y el radicalismo catalán. Ojo, porque Laporta se supone iba a ser líder político del independentismo y se nos está quedando en nada, pero esa es otra cuestión.

Cuidado con un matiz. Se asegura que Rosell es el candidato al Barça de CiU. Sí y no. Digamos que su ideología deambula por el nacionalismo moderado pero, por ejemplo, los hijos de Jordi Pujol no están por la labor de ver a Rosell convertido en presidente del Barça porque el equipo de fútbol constituye otro de los enemigos favoritos de los hermanos Pujol.

Sinceramente, con toda esa coalición en contra, lo que teme Sandro Rosell es un pucherazo, un apaño mondo y lirondo de las elecciones, porque la normativa electoral en los clubes de fútbol no está muy... desarrollada.

Y lo que más teme el todo poderoso jefe de Mediapro, Jaume Roures, rey de las retrasmisiones deportivas, hoy en apuros de liquidez -seguramente transitorios, claro está-, es que Rosell gane. En ese caso, don Sandro se pondrá de acuerdo con don Florentino Pérez, su amigo, a la sazón presidente del Real Madrid, y encarecerán los derechos de retrasmisión de partidos de fútbol. Precisamente ahora, cuando Roures y los Migueles (José Miguel Contreras, asesor de ZP y consejero delegado de La Sexta, y Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación y esposo de la ministra de Defensa, Carme Chacón) se enfrentan a las iras de Televisa y en situación de endeudamiento crónico.

Si yo fuera Rosell me pondría un impermeable.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com