La historia es muy simple. El historiador Ricardo de la Cierva, citó a Josep Corominas, gran maestro de la Gran Logia de España, Josep Corominas i Busqueta, quien habría afirmado en Vigo que ocho miembros del Gobierno Zapatero eran masones. De inmediato Corominas se puso en contacto con un diario digital para asegurar que él no había estado en Vigo desde hacía una docena de años. Pues habrá que creerle. Ahora bien, como tantas otras veces, se trataba de un desmentido que niega la circunstancia pero elude la parte principal. Así, el señor Corominas insiste en que la masonería no es una sociedad secreta, aunque sí discreta ergo no nos dice si hay miembros del Gobierno Zapatero que son masones.

Así que Hispanidad habló con la Gran Logia de España (que en su día absorbiera la Gran Oriente español). Le trasladamos la pregunta y una persona no identificada nos advirtió que el señor Corominas tenía una agenda muy apretada, lo cual comprendimos a la perfección, y que la Gran Logia de España tampoco dispone de portavoces oficiales, quizás por la mencionada discreción.

Ahora bien, considero que los ciudadanos sí tienen derecho a saber cuándo y cómo influye la masonería en el gobierno democrático. Y si hablamos de sociedades transparentes, y de políticos transparentes, nada más lógico que nos aclaren si el señor Zapatero pertenece a la Francmasonería, con raíces galas, entre otras cosas porque muchas veces actúa más pendiente de los intereses franceses que de los españoles (por ejemplo, en el caso IZAR).

Pero ya ven: la masonería es una sociedad tan transparente que no sabemos quiénes son sus miembros. Tendremos que preguntárselo a la otra parte, a Zapatero.

Eulogio López