E.ON amenaza con acciones legales, pero seguirá adelante con la OPA. Tras la cesión de Zapatero ante Bruselas y Berlín, España se convierte en territorio de caza para las multinacionales alemanas, francesas e italianas. El mercado, pendiente de dos cosas: de que Gas Natural mejore su oferta y de que Endesa retire sus recursos judiciales. Manuel Conthe entró en escena: paralizó la cotización de Endesa, nadie sabe exactamente por qué

Una vez que la canciller alemana Angela Merkel y la Comisión Europea de Bruselas le han doblado el pulso al presidente Rodríguez Zapatero, se ha abierto la veda en el sector energético español. Ahora ya no hay barreras políticas para que los gigantes franceses (EDF,Suez y la petrolera Total), alemanes (RWE y la propia E.ON) e italianos (ENEL y la petrolera ENI) se lancen a por las empresas españolas por el procedimiento de la OPA hostil. España es el primer país, tras Gran Bretaña, que se desarma ante las precitadas multinacional que, o bien son estatales, o bien están protegidas por el Estado. 
 
Tras Endesa, la más amenazada es ahora Iberdrola. En primer lugar, porque es la más rentable, con un espléndido mix de producción y con un accionariado apenas protegido, con un BBVA que sólo busca rentabilidad financiera  y un conjunto de cajas de ahorros a las que el Banco de España no deja de presionar para que reduzcan sus participaciones industriales. 
 
Y lo más llamativo. A pesar de que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) no ha vetado la Opa de E.ON y le ha impuesto unas condiciones perfectamente asumibles para hacerse con Endesa, a los alemanes les parecen excesivas y amenazan con recurrirlas, aunque, qué casualidad, afirman que seguirán adelante con la operación.
 
En resumen, el Gobierno Zapatero, a través de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y de su visto bueno condicionado a la OPA de E.ON, se dispone a trocear la principal eléctrica española. Ni ha habido veto político a los alemanes, ni se ha obligado a E.ON a poner en venta su filial Ruhrgas. Simplemente se le ha quitado una central nuclear y las centrales térmicas que funcionan con carbón subvencionado, así como Baleares y Canarias, porque las islas también están subvencionadas por el erario público español. En definitiva, condiciones mínimas que no privan a E.ON de controlar una buena parte del mercado español y su mayor aspiración Iberoamérica. No olvidemos que Endesa es la mayor eléctrica de todo el mundo hispano.

Sin embargo, los alemanes ya advierten que no les gustan las condiciones. Les parecen excesivas, y en una nota hecha pública a mediodía del viernes 28, amenazan, una vez más, con acudir a los tribunales. Se supone que tanto a los tribunales españoles como a los comunitarios. Recordemos que E.ON no sólo ha amenazado con recurrir las decisiones de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) sino con demandar a todos y cada uno de sus miembros.

Mientras el mercado sigue pendiente de la posible reacción de Gas Natural, ahora sí, la empresa catalana que lanzó una OPA muy rácana, podría mejorar su oferta aunque E.ON ya ha advertido, no oficial sino oficiosamente, que ellos también podrían recontraopar. En las actuales circunstancias, por haber sido el primero, la legislación española atribuye a Gas Natural la posibilidad de lanzar una quinta y definitiva oferta.

Por otra parte, Endesa, que había prometido retirar sus recursos judiciales si se daba vía libre a la OPA de E.ON esperará a conocer la reacción definitiva de la compañía que lidera Wulf Bernotat.

Y en todo este baile faltaba la aparición estelar del presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe. Por razones que el mundo desconoce, don Manuel ha vuelto a paralizar la cotización de Endesa, y van tres.

Por otra parte, Solbes ha justificado la decisión tomada por la CNE en términos de legalidad nacional y comunitaria. En este último sentido, el vicepresidente económico cree que la CNE ha justificado su decisión sobre la base de la seguridad en el abastecimiento. Ya sé que es discutible, pero ese ha sido el criterio de su decisión.

Este viernes Solbes estaba fuerte, dispuesto a morir matando. Le preguntan sobre la opinión de los populares y del entorno de la Caixa- de que tras la aprobación de la OPA, España se convertiría en un coto de caza. Responde que no entiende la afirmación, pero añade que lo que se hizo muy mal fue la privatización energética y la regularización posterior. O dicho de otra manera: si ahora tenemos problemas es por que el anterior equipo de gestión no supo hacerlo bien. ¿No fue el propio Solbes quien inició las privatizaciones? Por otra parte, conviene recordar que Solbes llegó a afirmar que le importaba un rábano la nacionalidad de las empresas. Vamos, que no es que sea un patroiota empresarial como lo es Zapatero, que ha dejado abandonado el patriotismo por un rato.