Tras penetrar en las tripas de Caja Madrid, Rodrigo Rato está preocupado. No le gusta lo que ha visto tras encerrarse con los máximos directivos de la entidad. La herencia de Blesa será de digestión pesada. Quiere un director general con experiencia, y ya sabe que Mariano Rajoy no acepta a Juan Costa. Otro de su antiguos secretarios de Estado, Luis de Guindos, no parece muy dispuesto a aceptar, por lo que Rato quiere traerse para el cargo al actual consejero delegado de Inditex, Pablo Isla. Es el hombre idóneo, ciertamente, porque conoce Rato (se lo lleva de director general de Patrimonio durante su vicepresidencia y fue pieza clave en la privatización de Aznar -proceso que ejecutó mejor que bien-, ha sido director general del Banco Popular, presidente de Altadis y es consejero de Telefónica.
Además, Isla quiere marcharse de Inditex por dos razones: el camino hacia la Presidencia de Telefónica parece cerrado y sus relaciones con Amancio Ortega no son las de antes. La razón es sencilla: Isla acepta a un presidente como a don Amancio, que trabaja mucho pero no entraba en la gestión, sino en la producción. El Ortega de hoy, trabaja mucho menos y está empeñado en colocar a su hija Marta Ortega como presidenta, lo que no es muy de agrado de Isla, que se merece la Presidencia del Grupo.
Y encima las cosas no marchan bien en Zara. El grupo que no conocía la crisis se ha visto obligado a cerrar -aunque no está dispuesto a aceptarlo oficialmente. Zara Cosméticos (o Zara Cosmetics, si lo prefieren) una división donde habían puesto todo su esfuerzo y que ha resultado un fracaso. Asimismo, Inditex está cerrando tiendas, reduciendo contrataciones y tomando aliento.
El problema es que para el consejero delegado de Inditex la Dirección General de Caja Madrid puede entenderse como un retroceso. Por de pronto, cobraría menos. Pero, ahora mismo, es el candidato con más posibilidades, entre otras cosas, porque Isla no ha pisado callos: Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y el hideputa -sea quien sea- le aceptarían sin problemas.
Mientras, continúa la batalla por el otro cargo pendiente, el de portavoz de la entidad. En nuestra anterior edición decía, y sostengo, que Javier González Ferrari, presidente de Onda Cero, es el principal candidato. Para quienes hablen de la reducción de salario, les recuerdo que Ferrari, por propia iniciativa, todo hay que decirlo, ha renunciado a buena parte de su salario a cambio de menos responsabilidades, especialmente la de negociar con las estrellas de Onda Cero, arduo esfuerzo, a fe mía.
Pues bien, añadan otro candidato que cumple con las perspectivas de institucionalidad que desea don Rodrigo: Angel Boixadós, director de la agencia GBA y actual presidente de la Asociación de Periodistas de Información económica (APIE).
Eulogio López
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