Entre las entidades que convocaron el pasado sábado 10 el festival ciudadano en contra del Estatut se encontraba Profesionales por la Ética Cataluña, que considera que el proyecto de reforma estatutaria ataca a los derechos fundamentales y a los valores de la mayoría de los ciudadanos. Su portavoz, Ramón Novella, denuncia la falta de transparencia sobre el significado y el alcance de algunos de los contenidos que la Generalitat pretende desarrollar a paso legionario.

El texto aprobado contiene numerosos preceptos que resultan contrarios a nuestra Constitución y al Derecho de la Unión Europea, señala Novella, quien también critica que el texto limita el pluralismo, la alternancia política y recorta el principio de subsidiariedad. Por ejemplo, el Estatut regula el aborto libre y lo considera un derecho, una regulación antivida que además de inmoral resulta contraria al Código Penal español y a lo dispuesto en el artículo 15 de la Constitución.

Además, el Estatut abre la puerta a la eutanasia y al suicidio asistido tal y como propone un reciente documento del Departamento de Sanidad. No reconoce el derecho a la objeción de consciencia de los profesionales sanitarios frente al aborto o la eutanasia. No menciona el derecho a la libertad de enseñanza, reconocido en el artículo 27 de la Constitución Española, ni tan siquiera garantiza la posibilidad de que los centros docentes de iniciativa social puedan recibir ayudas públicas, añade Novella.

La consideración de la enseñanza como pública y laica podría devenir en laicismo en las aulas, señalan en Profesionales por la Ética, que critican la censura de cualquier referencia a las raíces cristianas de Cataluña. Además, según Novella, el texto hace referencia a la recuperación de la memoria, pero excluye a las víctimas de persecución por motivos religiosos y a las víctimas del terrorismo resucitando la división y enfrentamiento entre los catalanes. Por supuesto, añade Novella, el proyecto de Estatut se olvida de mencionar los vínculos históricos entre Cataluña y el resto de España, generando un texto insolidario con el resto de CCAA tanto en materia financiera como en la negociación con el Estado. Por todo ello proponen votar no en el referendum estatutario. Por el futuro de nuestras familias, de nuestros hijos y de nuestra tierra, concluye Novella.