No es que la Cumbre de Milán por el empleo (en la imagen Matteo Renzi) sea un fracaso: es que nadie pensaba que fuera a ser un éxito.

Cuando en Estados Unidos sigue bajando el paro, casi la mitad de la media europea (más del 11%) y menos de la cuarta parte del desempleo en España, a la Unión Europea sólo se le ocurre pedir más fondos públicos para crear empleo.

Para entendernos: en Estados Unidos, en situación de cuasi pleno empleo, rige el despido libre, los impuestos laborales bajos (por lo tanto menos pensión pública, y lo digo yo, que creo en el sistema público de pensiones), menos tiempo de subsidio de desempleo pero, atención, todo ello, en contraprestación, compensado por unos salarios dignos de tal nombre, muy superiores a los españoles. ¡Ah!, y un país donde puedes convertirte en emprendedor en 24 horas.

Casi lo mismo puede decirse sobre el Reino Unido, donde el salario mínimo más que duplica al español, con un salario medio un 70% más elevado que el nuestro y donde no existe el despido libre pero casi.

Y ni norteamericanos ni británicos son aficionados a los planes públicos de empleo, que generan más impuestos y no consiguen crear empleo.

¿Por qué no aprendemos de ellos El Estado no debe dedicarse a proteger a los desempleados con subsidios eternos -que al final están dejando de ser eternos-, ni protegiendo al trabajador contra el despido. Los empresarios no son seres malignos que despiden para fastidiar: despiden cuando no les salen las cuentas y contratan cuando necesitan trabajadores cuando venden.

Necesitamos un cambio de mentalidad que consistiría en lo siguiente: despido libre -con indemnización tasada de antemano, ciertamente, es decir, no tan libre-, la reducción del subsidio de desempleo sustituida por inversión pública en formación profesional y, sobre todo, en ayudas al emprendedor.

Además, reducir, mucho, los impuestos laborales y sustituir las cuotas como soporte del pago por pensiones por IVA e impuestos especiales. Necesitamos, por último, que el Gobierno suba los salarios.  ¿Que es el mercado y no el Gobierno quien fija los salarios Mentira. El Gobierno fija el salario mínimo y éste indicia el resto de salarios, especialmente la banda más baja de los mismos.

Necesitamos, en resumen, más esfuerzo personal y menos subvenciones públicas.

Mi única duda es si eso puede hacerse en España que afronta una población envejecida y una jubilación a los 65 años -en la práctica, a los 63-. Pero si persistimos en el actual esquema en el que para salvar las pensiones destrozamos a los jóvenes con salarios de subsistencia y a los empresarios y emprendedores con burocracia e impuestos, seguiremos teniendo lo que tenemos: paro insoportable y, encima, sin asegurar el pago futuro de las pensiones.

En España, en 2015, contaremos con 9,4 millones de pensionistas. Es decir 9,4 millones de clases pasivas pero con salario. Y no cuento las pensiones no contributivas y el coste de las ayudas sociales. Claro que hay que pagar las pensiones, pero no a costa del paro.

Lo malo no es el paro sino que somos un país 'parado' y, por tanto, sin esperanza.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com