• Sin embargo, los acreedores ya le han dicho que no aceptan sus condiciones.
  • Los bancos quieren hacerse con el control del capital y poner un Ceo.
  • Como advirtiera Pep Oliú: no necesitamos un socio industrial sino un Ceo.
  • Ahora, Damm trata  de comprar deuda a bancos extranjeros hasta hacerse con la mayoría de convenio.
  • Senén Touza y el jurídico Santiago Hurtado, llegado con Deloitte, son el dúo que más gusta a la banca acreedora.

El plazo del juez, y por tanto del administrador judicial, Deloitte, terminaba el martes 15 de abril. Las negociaciones entre la banca acreedora de Pescanova y el hoy propietario (aunque en concurso de acreedores) grupo Damm, de Demetrio Carceller, no han llegado a buen puerto. La banca ha perdido la confianza en el actual presidente, Juan Manuel Urgoiti, nombrado por Damm, y quiere ir a la liquidación.

¿Por qué Pues porque la liquidación no significa el cierre de la empresa. Como ya adelantara Hispanidad, la banca ha presentado un plan B con el que se haría con el 100 por 100 de la compañía capitalizando deuda. Además, el plan contempla que no se vendan las filiales, como pretende Carceller.

Pero en la mañana del lunes 14 surgía la sorpresa. Fue el jueves, cuando, visto que las negociaciones pintaban bastos, Urgoiti solicitó al juez una prórroga para que no instruyera la liquidación -y con ella el plan B de la banca-. Y lo ha conseguido: hasta el día 29.

¿Pretende con ello Carceller llegar a un acuerdo con la banca hasta el día 29 No, sabe que eso no es posible salvo que aporte más dinero al saneamiento, y no está por la labor. Lo que pretende durante estos quince días es que la banca extranjera le venda paquetes, generalmente a fondos depositantes, para conseguir la mayoría en el convenio e imponer sus condiciones a la banca acreedora.

Los principales acreedores (NCG Banco, Sabadell, Popular, BBVA) culpan al Santander, que decidió vender, con un quita del 95% a esos fondos depositantes y salirse del convenio. Si Carceller consigue el 51% habrá dado un paso importante para salirse con la suya e imponer la quita a los bancos.

Lo malo es que el coste de los aparcamientos de derechos correría a cargo de la propia Pescanova, lo cual obligaría a jibarizar la compañía.

Y todo esto se resume en la frase del presidente del Sabadell, Josep Oliú: "No necesitamos un socio industrial (es decir, a Carceller), necesitamos un Ceo", para gestionar la compañía. Y como también ha adelantado Hispanidad, ese sería Senén Touza. Conocedor del sector, y de Pescanova en cuanto administrador judicial de Deloitte, quien ha formado un dúo espléndido con el jurídico Santiago Hurtado (en la imagen).  Al menos, el dúo que gusta a los bancos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com