¿Qué tienen de izquierdas unos Presupuestos Generales del Estado que sacralizan el superávit público, y que paralizan el gasto público en vivienda, aún sabiendo que es el segundo problema económico de los españoles? El primero, claro, es la baja natalidad y la política de obstáculos para formar una familia (entre ellas, la vivienda) y el consiguiente envejecimiento de la población que está poniendo en peligro todas las prestaciones públicas a pesar de la altísima presión fiscal.

Eso sí, lo que es de izquierda, e incluso de derechas, es discriminar a Madrid, porque está regida por el PP, beneficiar a Cataluña y Andalucía, que son de los nuestros, a pesar de que es Madrid la región que más está contribuyendo al crecimiento económico español y la que más inmigrantes está acogiendo e introduciendo en su sistema laboral.