Por primera vez en 13 años, las cámaras de televisión entran en una vista cerrada en los Juzgados de Plaza de Castilla.

El director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, ha conseguido que el juez Santiago Torres retome el caso Alierta, o presunto uso de información confidencial del presidente de Telefónica, su esposa y su sobrino, Luis Javier Placer. Así, el Juzgado número 32 de Madrid, presidido por el mencionado juez y cuya anterior titular ya había sobreseído la causa, ha reabierto el caso y ha llamado a declarar a César Alierta, en la mañana del jueves 13 de enero.

Judicialmente, el asunto no ha tenido especial importancia. De hecho, Torres le ha formulado seis preguntas a Alierta que inciden, una vez más, en si sus familiares utilizaron información confidencial al conocer el futuro precio del tabaco (en aquel momento, el tabaco subía según propuesta de la empresa aprobada o matizada por el Gobierno).

Pero la vista (privada, dado que estamos en periodo de instrucción y no se ha abierto el juicio público) se convirtió en un show mediático. Por de pronto, el decano dio orden de cerrar las puertas del garaje. Por lo general, las personas públicas entran por el garaje y suben a la Sala, pero hoy no : Alierta atravesó entre la marea de fotógrafos para ir calentando el ambiente. Al mismo tiempo, la responsable de Prensa de los Juzgados advirtió a los fotógrafos que podían entrar en el edifico para realizar su trabajo con más comodidad. La verdad es que no abundaban los medios informativos, pero el presidente de Telefónica se topó con la plantilla entera de fotógrafos de El Mundo y algún que otro colaborador autónomo.

Para facilitar el trabajo de la prensa, una secretaria del Juzgado abrió la puerta de la Sala (insistimos, estamos hablando de una vista preliminar, de carácter secreto, no de un juicio público) y dio entrada a un cámara de EFE-TV, así como a un fotógrafo de El Mundo en la Sala. Cuando alguien le afeó su conducta, la secretaria respondió que consultaran a Su Señoría. Los asesores de Alierta advirtieron que el Juzgado podría ser acusado de prevaricación... y al final la foto más buscada, la del presidente de Telefónica declarando ante el juez, no pudo hacerse.

Uno de los responsables del Juzgado advirtió que las órdenes de cerrar el garaje y de dar a los medios todo tipo de facilidades provenía del Decanato y que le constaban que el director de El Mundo había hablado la noche anterior con los responsables de Justicia e Interior del Gobierno.

En España, ha nacido el juicio mediático. No es una metáfora, es una coreografía.