La presencia del presidente Bush en la Cumbre de las Américas de Buenos Aires se celebra bajo estrictas medidas de seguridad. Lógicamente, el movimiento piquetero está aprovechando para visualizar ante el mundo sus reivindicaciones político-sociales. Por su parte, el presidente Kirchner amamantado en las ubres piqueteras, ejerce de hombre de Estado y trata de garantizar el buen funcionamiento de la cumbre.

Todo lo contrario al gobierno panameño que ha decidido tirar la toalla antes de tiempo. Bush visitará el istmo el próximo lunes 7 de noviembre. Y para evitar los posibles actos de protesta, el gobierno ha decidido declarar el lunes feriado. Y es que ya se sabe que de vacaciones, uno ni se pone enfermo ni se manifiesta. El 3 y 4 de noviembre, Panamá celebra su independencia de Colombia. Y el puente se alarga al lunes por la visita de Bush. ¿A que está bien?

Panamá está tratando de mantener una buena relación con la administración norteamericana después del trasvase del canal. Los cerca de cien mil militares estadounidenses abandonaron la zona, pero a pesar de ello, el antiamericanismo siempre vende bien. Eso sí, el que puede se va a estudiar o a currar a Estados Unidos, el bolívar sigue uno a uno y Panamá sigue sin emitir moneda propia y utiliza el billete verde en sus transacciones ordinarias. Los sentimientos gratuitos