• Su hijo Juan Villar-Mir de Fuentes no quiere heredar un Family Office sino la gestión del Grupo.
  • Y su yerno, Javier López Madrid, cada vez más fuera... e imputado por Bankia.
  • Empeoran las relaciones de la constructora con el Gobierno: el apoyo de Villar Mir a Esperanza Aguirre no gusta en Moncloa.
  • Y la Casa Real, tras la etapa Corinna, se distancia de la constructora, a pesar del marquesado.
  • Más: la llegada de Piqué provoca tensiones con el equipo ejecutivo que lidera Tomás García Madrid.
  • Otro frente: OHL preocupa a sus socios: con la sucesión colgando, la empresa aumenta su endeudamiento y se mete en todos los charcos.
  • Incluso se ha postulado como presidente de Repsol. Lo mismo que Piqué, dicho sea de paso.

La trayectoria de Juan Miguel Villar-Mir (en la imagen junto a su hijo, Villar-Mir de Fuentes), al frente del grupo que es, no sólo presidente, sino propietario, no tiene parangón. El problema es que cuenta ya con 83 años y no sólo no tiene prevista su sucesión sino que, a la vejez viruelas, es la salsa de todos los platos: sea la construcción de centros comerciales, entrada en el Santander (0,24%), aumento su participación en Abertis acapara galardones... Pero no aclara su sucesión.

Para entendernos, Villar-Mir siempre ha dejado claro que su sucesor es su primogénito, Juan Villar-Mir de Fuentes, pero no ha especificado cómo. En cualquier caso, a su hijo, muy cercano a Mariano Rajoy, no le ha sentado bien el fichaje de Josep Piqué. Sabe que puede ser transitorio pero le preocupa mucho más que su padre le deje una especie de sociedad de cartera, de Family Office, en lugar de cederle la gestión integral del Grupo, como sería lo lógico. Y aún menos desea el primogénito que la sucesión consista en una fusión.

Y ojo, porque su yerno, del que en su día se especuló que podría sucederle, es decir, Javier López Madrid, cada día está más alejado del grupo. Además, el amigo del Príncipe Felipe no pasa por sus mejores momentos, tras su imputación en el caso Bankia.

Y lo más acuciante: la entrada de Piqué como primer ejecutivo no ha sentado nada bien en el quipo directivo de las distintas unidades que controlaba Tomás García Madrid. Un equipo directivo que ha consolidado a OHL como el balance más saneado de toda la construcción española.

Por último, Villar-Mir, como su incesante actividad, también preocupa a sus nuevos socios: Caixabank en Abertis y a su principal financiador, y apoyo financiero, Emilio Botín. Ha corrido demasiado en demasiado poco tiempo. En particular, tanto en Santander como en Caixabank hubo muchos nervios el día en el que Villar-Mir comenzó a plantease la Presidencia de Repsol, algo a lo que también aspiró su nuevo fichaje Josep Piqué.

Y para quien corre tanto, sobre todo si se dedica a la construcción y la obra civil, le conviene contar con el apoyo del Gobierno, especialmente en este año clave para el sector construcción, como será el de 2014. Pues bien, la hiperactividad de Juan Miguel Villar-Mir le ha llevado a apoyar con denuedo a Esperanza Aguirre, la oveja negra de Rajoy, incluso tras pasar a un segundo plano. Esto no gusta en Moncloa.

El otro punto de apoyo oficial de Villar-Mir es la Casa Real, quien le concedió el marquesado, pero en el entorno regio todavía se recuerda el apoyo de Villar-Mir a la famosa Alteza Serenísima Corinna, quien pretendía crear un fondo de inversión en países árabes que contó con el apoyo de Villar-Mir.

En resumen, el constructor más exitoso de España, el de mejor balance hasta el momento, comienza a endeudarse demasiado, y no aclara algo tan habitual como la sucesión. Saber retirarse a tiempo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com