La prudencia aconseja no insistir demasiado en la necesidad de leer la página web argentina Noticias Globales, una maravilla que nadie en su sano juicio debería dejar de visitar asiduamente. Pero no insisto.

Su último informe engloba, bajo el título La resistencia de los obispos, tres casos que complementan lo que ocurre en el mundo, en especial en el mundo de la esfera pública. Veamos: en primer lugar, tenemos al obispo canadiense Fred Henry, famoso por denunciar la incoherencia moral del primer ministro de aquel país. ¿Se imaginan ustedes a un obispo español denunciando la incoherencia moral del ministro de Defensa, José Bono, quien no deja de confesarse católico, mientras aplaude el matrimonio gay y la venenosa (con mucho talante, por detrás y por delante) política anticristiana del Ejecutivo del que forma parte? No se pierdan tampoco la enumeración de las materias en las que se justifica el poder coercitivo del Estado, ni la actitud de Paul Marchand, Obispo de Timmins, (Ontario), plantándose ante las oficinas de los diputados junto a manifestantes pro-vida, en defensa de los más débiles. Justo como aquí mismo, en España. El movimiento pro-vida agradecería que algún obispo secundara cualquiera de sus manifestaciones. Ayudaría mucho ese testimonio.

En el reportaje de Noticias Globales viene a continuación el Arzobispo de San Luis, (USA), Mons. Raymond Burke, quien se ha negado a otorgar la comunión a aquellos políticos que se digan católicos y voten o testimonien contra la vida del no nacido, contra la familia formada por hombre o mujer. Monseñor lo tiene muy claro : a nadie se le obliga a ser católico, pero si se es, hay que aceptar la doctrina de la Iglesia. Y si no, pues no se es y todos tan amigos. ¿Se imaginan ustedes a un obispo español negando la comunión a S. M. el Rey por firmar la ley del aborto? ¿Y a Ana Botella por defender la distribución de la píldora abortiva en España?

Más obispos en la trinchera. Mons Jesús Dosado, Obispo de Ozamiz (Filipinas), declaró oficialmente que en su diócesis se debe negar la comunión a todos aquellos funcionarios del Gobierno que ejecuten las políticas implementadas en cumplimiento de la ley de Paternidad responsable. Es decir, una paternidad totalmente irresponsable, dado que se trata de ofrecer a jóvenes y adolescentes anticonceptivos a los menores. ¿Se imaginan ustedes a un obispo español negando la comunión a don Alberto Ruiz-Gallardón, quien se arrodilla delante del Papa para luego ofrecer la píldora del día después a toda niña madrileña que se lo pida, desde los 10 a los 20 años, a espaldas de sus padres?

En definitiva, los obispos están en la trinchera. Prefieren negar a los poderosos que negar a Dios. Se arriesgan a acabar en el banquillo, a la injuria y a la calumnia. Es una mera cuestión de coherencia.

Lean, lean... Noticias Globales. Habla de obispos que pelean en la trinchera: ¿Dónde mejor?

Demóstenes decía que cuando una batalla está perdida, sólo los que han huido pueden combatir en otra, todo un lema para los quejumbrosos, pero no olvidemos que ni esta batalla está perdida ni Dios pierde batallas.

Eulogio López