Una vez más la chorrada del cambio horario. Adelantar o atrasar el reloj es una manera de descentrar al personal  a cambio de un presunto ahorro económico que algunos no vemos por sitio alguno. Especialmente desde que el mundo laboral se ha hecho mucho más flexible. En cualquier caso, el hombre y su calendario natural al servicio de la economía. Encima, de una falsa economía.

Pero aún más preocupante me parece que nadie proteste. Sí, que después de una generación de cambios semestrales, en otoño y primavera, lo que sin duda ha contribuido al desquicie de la humanidad nadie ose levantar la voz para protestar contra tan molesta inutilidad.

Hispanidad

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