Este otoño debería de abordarse la reforma del modelo de financiación autonómica. El Consejo de Política Fiscal y Financiera debería debatir sobre las distintas propuestas y asumir los compromisos del acuerdo Zapatero-Mas y del Estatut catalán. Claro que la fórmula del Estatut dinero en proporción al porcentaje de participación en la economía- resulta incompatible con la fórmula andaluza: dinero en función del peso poblacional. Y también distinto de la propuesta de los socialistas gallegos: dinero en función de la dispersión y del envejecimiento poblacional.

Solución: virgencita que me quede como estoy. AL menos este es el pronóstico del ex secretario de Estado de Hacienda, Cristóbal Montoro. Cuando apenas quedan 9 meses para las elecciones locales y autonómicas no parece que el Gobierno esté dispuesto a reformar el sistema sin saber a quién va a beneficiar. No habrá movimientos hasta que esté resuelto el asunto catalán en noviembre y el resto de elecciones locales y autonómicas en mayo. Con las cosas del comer no se juega. Y de esta forma, el Estatut no deja de ser un brindis al sol nacionalista, sin que quede clara la fórmula para su despliegue. Al menos de momento.