Era mucho más que un mero caso judicial. México se ha convertido en el nuevo gran objetivo del lobby abortero, radicado en, y financiado por, Naciones Unidas. Para ello, el Imperio de la Muerte ha utilizado una de sus técnicas habituales: desprestigiar a los grupos Provida. Las tácticas suelen ser dos: o acusarles de ultraderechismo eso siempre- y/o llevarlos a los tribunales, al menos a las figuras más identificativas, para desprestigiarles. En México, el caso Serrano Limón consistía en acusar a un floreciente grupo de ayudas a las madres embarazadas de haber malversado subvenciones públicas. Los tribunales, ahora, han dictaminado a favor de los pro-vida. La página Yo Influyo tiene los datos.