Yo no sé si Pedro Sánchez 'El Guapo' ha hecho bien en ordenar a sus eurodiputados que votaran en contra a Juncker. En primer lugar, porque no me agrada mucho Jean-Claude, un ex-democristiano proveniente de un paraíso fiscal.

Tampoco sé si un secretario general de un partido debe dar órdenes a los eurodiputados de su partido, es decir, no al conjunto de los socialistas europeos sino a los de su partido y su país. Todo lo que tienda a acabar con la disciplina de voto, especialmente en un Europarlamento llamado a superar las diferencias nacionales.

'El Guapo' ha hecho bien en responder a sus eurodiputados rebeldes que le expliquen a sus bases si debían apoyar a Juncker. Tiene mala uva el consejo-respuesta, porque el equipo Rubalcaba y doña Elena Valenciano llevan toda la legislatura quejándose del 'austericidio' europeísta de la señora Merkel y el señor Juncker, y ahora resulta que iban a votar a favor de su investidura. Es lo que ocurre con la demagogia, que tiene las patas cortas.

A Rajoy hay que recordarle que su función no es que Europa nos tome en serio sino que los españoles se tomen en serio a Europa

Pero todavía me ha gustado menos la crítica de Mariano Rajoy a "el guapo". Dice el presidente del Gobierno que "quien no cumple sus pactos nadie le toma en serio" en Europa. Mire usted, señor Rajoy, lo que a usted debe preocuparle no es que los europeos le tomen en serio a España sino que los españoles se tomen en serio a Europa.

Que la Europa alemana del IV Reich nos tome en serio me preocupa bastante poco. Lo único que hemos recibido de ella durante los últimos años es una somanta de palos. Y con el IV Reich ni se hace Europa ni se ayuda a España.

Eulogio López

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