• El éxito de convocatoria desautoriza la huelga del SEPLA.

  • Los pilotos de la nueva compañía tendrán el mismo convenio que Vueling (60.000 euros brutos anuales) frente a los 200.000 de media que cobra un piloto de Iberia.

  • El problema es que 1.500 trabajadores privilegiados han puesto en jaque a la compañía, a los clientes y, lo que es peor, al sector turístico español.

     

Un colectivo que no llega a los 1.500 pilotos de la compañía Iberia, que cobra una media de 200.000 euros brutos anuales, está poniendo en jaque a la propia empresa, al sector turístico español, además de las vacaciones de muchos españoles. Y esto en mitad de la crisis más dura que recuerdan nuestros ancianos. El próximo jueves día 29, segunda jornada de huelga de pilotos de Iberia, donde esta vez no la secundan los empleados de tierra, que nunca lo hacen, ni los auxiliares de vuelo, que siempre se unen a ellos.

Razón oficial de la huelga en un momento especialmente delicado para la empresa -mal año, el 2011, que se saldará con pérdidas- y en un momento de cierto resurgir de la actividad turística: la creación de Iberia Express, nueva empresa para vuelos de corto y medio alcance (de menos de cinco horas, para entendernos).

Iberia ha creado la nueva compañía porque es en el corto y medio radio donde pierde dinero y es imposible hacerlo rentable si la media salarial de los pilotos alcanza los precitados 200.000 euros. Eso sí, ni uno sólo de los casi 1.500 pilotos va a perder ni emolumentos ni condiciones salariales. Serán los nuevos, los que, en lugar de comenzar ganando 83.000 euros al incorporarse y otros 93.000 a partir de los diez meses, ganarán lo mismo que los de Vueling, es decir, 60.000 euros de media (en Easyjet, la media es de 40.000). ¿Por qué entonces no se ha ampliado la actividad de Vueling con las 40 aeronaves que tendrá la compañía? Pues porque lo prohíbe le propio convenio firmado con el SEPLA.

La compañía que preside Antonio Vázquez no está dispuesta a aceptar que el SEPLA gestione Iberia.

Por lo tanto, han seguido adelante con su proyecto. Se ha abierto el plazo para solicitar ser piloto de Iberia Express (400 nuevos puestos de trabajo a lo largo de cuatro años) y el primer día se recibían 600 solicitudes, señal del paro creciente y de que a los pilotos de otras compañías sí les interesa el trabajo. No es ningún secreto que muchos pilotos españoles están volando en aerolíneas de los cinco continentes ante la falta de trabajo en España, entre ellos, familiares de los propios pilotos de Iberia.

Encima en Iberia están convencidos de que los algunos pilotos están haciendo algo parecido a una huelga de celo. Por supuesto, no la organizan como tal, dado que es legal, pero sí se puede rozar ese sistema mediante un "exceso de celo", alrededor del concepto y frase siguiente: "Me he pasado de actividad". En otras palabras, sobrepasar el tiempo máximo de trabajo con trucos como retrasar el despacho de vuelo o el rodaje de pista, así como la presentación en el centro del trabajo horas antes de lo advertido por la empresa para casos de retrasos, etc. De esta forma la compañía se queda sin la reserva de pilotos para incidencias y quien sale perdiendo es el cliente.

Y lo malo es que el SEPLA amenaza con nuevos paros. Y al revés que ocurrió con los controladores, el Gobierno no puede militarizar el servicio porque se trata de una compañía privada. La huelga del SEPLA puede terminar constituyendo uno de los primeros retos de las nuevas ministras de Fomento y Trabajo, Ana Pastor y Fátima Báñez.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com