A ver si nos entendemos, el editor José Manuel Lara intenta a toda costa llevarse bien con todo el mundo, con sus propios socios (SCH y Bertelsmann) y con el presidente de Telefónica, César Alierta. Lo cual debe resultar muy complejo. Verbigracia: el martes 11 el Consejo de Administración de Antena 3 TV aprobó que se presentaría una demanda contra Telefónica para que la operadora pagase el cien por cien del laudo arbitral que condena a Onda Cero (filial de A-3 TV) a pagar 185 millones de euros al empresario Blas Herrero por el caso Kiss-FM. Como se sabe, Telefónica sólo está dispuesta a pagar el 24% de esa cantidad, que es, precisamente, la parte del capital que vendió a Planeta. Pero SCH y, sobre todo, los alemanes de Bertelsmann no están dispuestos a que José Manuel Lara cobre y ellos no. Así que obligan al editor catalán a querellarse contra Telefónica, cosa que aprobó el precitado Consejo del martes.

 

Ahora bien, ¿por qué, entonces, durante la pasada Junta de Accionistas, Lara aseguró que no descartaba "ningún tipo de acción civil o judicial de Telefónica"? Pues, simplemente, para que sus palabras no resultaran tan duras. Eso sí, por su blandura, molestaron a los representantes de Bertelsmann. Según los juristas de Planeta, el recurso, que ya se está ultimando, no tiene por qué ser aprobado por la Junta. Basta con el visto bueno del Consejo.

 

En el entretanto, Antena 3 Televisión ya ha adoptado los mecanismos financieros necesarios para pagar a Blas Herrero y asegurar la continuidad de Onda Cero. Eso sí, a partir de ahora va a ser difícil que alguien quiera hacer negocios con el señor Herrero.