Segunda entrega cinematográfica de la saga literaria de Suzanne Collins, que retoma la acción donde acabó la primera.

Tras el triunfo en el Torneo de los Juegos del Hambre de los dos participantes del distrito 12, éstos son obligados a realizar una gira por el país para mayor gloria de la República. Pero este viaje aparentemente promocional de Katniss y Peeta no acalla el desencanto de la población de Panem que ve esperanzada en Katniss  el símbolo del  cambio. Es por ello que el tiránico presidente Snow optará por convocar unos nuevos Juegos en los que entrará de nuevo en liza la carismática heroína, cuyos sentimientos  se debaten  entre dos jóvenes: su leal compañero de torneo Peeta o su amor por el apuesto Gale …

Después  del abandono del proyecto de Gary Ross, el director austriaco Francis Lawrence ha tomado las riendas de esta segunda distopía y ha aprovechado su abultado presupuesto (se habla de 110 millones de dólares) no sólo para mejorar la puesta en escena y efectos visuales sino también para darle un aire más épico y más profundo a esta emocionante historia de lucha por la libertad, que lleva implícita una gran carga  de sacrificio.

Menos preocupado por mostrar al aborregamiento que producen los programas basura televisivos, aspecto muy detallado en la primera parte, Los juegos del hambre: en llamas se detiene más en la descripción de los personajes, sin descuidar su lucha por la supervivencia en el Torneo.

Por ello podemos afirmar con rotundidad que Los juegos del hambre: en llamas resulta una magnífica oferta no sólo juvenil sino apropiada para cualquier espectador que aspire, cuando va al cine, a dejarse llevar por una gesta trepidante…Aunque  para entenderla  parece imprescindible haber visto la primera parte. 

Para: Quien le atrapen las películas épicas emocionantes