Se gana velocidad, pero se pierde control

Este martes se publica en el BOE el Real Decreto ley de las últimas medidas anticrisis aprobadas por el Consejo de Ministros del pasado viernes. En la letra pequeña, algunos detalles de interés. Por ejemplo, la disposición adicional 6ª establece que los contratos inferiores a los 350.000 euros no tendrán que ser clasificados desde la entrada en vigor del real decreto ley. Es decir, desde este miércoles. La medida permite una agilización no sólo de las obras nuevas que se emprendan al amparo del RD Ley, sino también de las anteriores. Gana David Taguas, el hombre que pasó de la Oficina Económica al lobby constructor sin solución de continuidad.
Claro que esa es la cara de la moneda. La cruz es que junto a la agilización, llega la ausencia de garantías. O al menos, el recorte de las mismas. Se gana velocidad, pero se pierde control. Y cuando hablamos de un sector que concentra la actividad opaca y el dinero negro, no parece que sea una buena medida. Especialmente cuando hablamos de obritas, término que incomoda al vicepresidente sobremanera.
Y un último detalle. El RD Ley se ha preocupado de que quede claro que los proyectos de obra municipal realizados al amparo de este pelotazo son obra de Zapatero. Así que tanto en los parques como en las fuentes, accesos o reparaciones de los colegios, bibliotecas o polideportivos deberá aparecer la leyenda de Fondo de inversión local para el empleo-Gobierno de España. La propaganda por encima de todo.