Benedicto XVI exhortó a los mexicanos: "No hay motivos, pues, para rendirse al despotismo del mal"La violencia sacude México, país hermano de España, a diario. Y cuando, además, afecta a políticos parece tener más resonancia. Pero es un problema que viene de lejos y es endémico.

El pasado viernes fue asesinado a balazos desde una motocicleta junto a su casa de Ciudad Obregón el diputado local electo del Estado de Sonora, Eduardo Castro Luque (PRI). Y en la mañana de este domingo ha muerto apuñalado en Nezahualcóyotl el diputado del Estado de México Jaime Serrano Cedillo, también del PRI.

Todo parece indicar que no ha habido una coincidencia política en ambos casos, sino que se trata de la delincuencia habitual. Un problema grave que deberá afrontar el recién elegido presidente, Enrique Peña Nieto.

Ambos asesinatos se suman a la de otros legisladores asesinados en los últimos meses. El 11 de septiembre fue encontrado muerto en un paraje del Parque La Huasteca, en Santa Catarina, Estado de Nueva León, el empresario y exdiputado del Partido Acción Nacional (PAN), Hernán Belden, de 45 años. Y dos meses antes, en junio, fue asesinado el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a diputado local por el Estado de Guerrero, Margarito Genchi Casiano. También en Guerrero, un grupo de hombres armados acribilló el 28 de abril a la puerta de su casa al dirigente priista y diputado local suplente Horacio Barquín Cevallos.

Ya lo dijo el Papa en su última visita al país azteca: "El problema del narcotráfico y la violencia es una gran responsabilidad para la Iglesia de este país con 80% de católicos". Hay que "hacer todo lo posible contra este mal destructor de nuestra juventud". "La maldad y la ignorancia de los hombres no es capaz de frenar el plan divino de salvación, la redención. El mal no puede tanto". "No hay motivos, pues, para rendirse al despotismo del mal".  

José Ángel Gutiérrez
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