El autocalificado bufón Leo Bassi no se contenta con herir los sentimientos religiosos desde el teatro. Quiere sacar a la calle su odio y por eso organiza basibus para acudir a aquellos centros que considera odiosos a descargar su furia.

Su último objeto de deseo es la madrileña localidad de Pozuelo. Lo conjuga todo : gobierno popular y proyecto de colegio religioso concertado impulsado por el movimiento Schonstatt, por supuesto, considerado ultracatólico por el bufón y sus comparsas de www.elplural.com. Y por si fuera poco, el Foro Español de la Familia, HazteOir y la Asociación de Madres de Pozuelo han convocado una manifestación este sábado en defensa de la libertad educativa frente a los ataques proferidos por Simancas al proyecto del colegio de Schonstatt.

Inexplicablemente el Bassibus se ha retrasado, pero todo parece apuntar a que será este domingo cuando la marabunta se haga presente en la tranquila localidad madrileña. Y el cura de 12 de la parroquia de Santa María de Caná recomienda a sus feligreses que recen, pero que no hagan nada.

O sea, la otra mejilla. Pero junto a la otra mejilla, está el carácter de San Pablo, que además de ofrecer la otra mejilla a sus enemigos, apelaba a su condición de ciudadano romano para exigir sus derechos. Y nosotros somos ciudadanos españoles y tenemos derecho a que no se hiera nuestros sentimientos religiosos.

Junto al rezo, estaría bien que Bassi supiera que somos ciudadanos romanos y que no vamos a permitir que se pisoteen nuestros derechos. Estaría bien que la policía municipal interviniera para garantizar el orden en lugar de mirar para otro lado. Y también estaría bien que los pastores ejercieran como tales. Porque hay que ser sencillos como palomas, pero sagaces como serpientes. Y no hacer nada no resulta especialmente sagaz. La astucia es el fruto de la esperanza de quien no ha tirado la toalla porque se sabe en el lado ganador. No era tan difícil.