Montilla quería a Joan Rangel, Solbes a David Vegara; solución: el que no molesta ni al PSC ni al PSOE. El ministerio económico más importante, en manos de un indocumentado. Su gestión como alcalde de Barcelona ha sido desastrosa. Vegara pierde su gran oportunidad política. Con ello, el clan Intermoney pierde puntos en el zapatismo. Toda la actualidad política española pasa hoy por el enfrentamiento entre Zapatero y Montilla

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, sustituirá a José Montilla en el Ministerio de Industria el próximo 8 de septiembre. Se trata del Departamento económico más importante del gobierno Zapatero, responsable de industria, energía, comercio y turismo. Clos es un médico sin ninguna experiencia en el mundo empresarial o económico y su gestión en Barcelona ha convertido a la ciudad catalana en el paraíso de los okupas. El nuevo ministro de Industria será recordado por el desastre del Carmel y por el fracaso de su proyecto más ambicios el Forum de las Culturas. Su mayor éxito fue conseguir la mayor concentración de hombres y mujeres en cueros del mundo, y si hablamos de estrategias, Clos sí ha conseguido un cierto éxito para convertir Barcelona en la capital del turismo gay. En materia industrial es un perfecto indocumentado.

No olvidemos que toda la política española pasa hoy por el pacto Zapatero- Artur Mas. O, dicho de otro modo, por el enfrentamiento entre Zapatero y José Montilla. El pacto con Mas supone que si CIU recupera la Presidencia de la Generalitat en las elecciones del próximo 1 de noviembre, ministros nacionalistas entrarán en el Gobierno de España, lo que aislaría definitivamente el Partido Popular. Lo que ocurre es que Montilla no está dispuesto a perder su opción de presidir la Generalitat y no acepta el puesto que Zapatero y Mas le tienen por separad conseller en cap, esto es, primer ministro. De hecho, Montilla asegura que hay que esperar a los resultados electorales, pero ya antes amenaza a Zapatero con un nuevo Tripartito.  

Total que ya hace dos meses que comenzó el baile: Montilla no propuso a Antoni Castells, actual consejero de Economía de la Generalitat, porque le quiere de número dos en la lista por Barcelona y en su actual puesto si logra formar Gobierno. Propuso al actual delegado del Gobierno central en Cataluña, Joan Rangel, a pesar de ser el responsable del desastre del Aeropuerto del Prat del pasado verano, pero desde Moncloa contraatacaron con el candidato del vicepresidente Pedro Solbes, que propone a su secretario de Estado de Economía, David Vegara, famoso por su enorme capacidad para la inacción. Montilla se negó en redondo, porque le considera un traidor al PSC. Con el no a Vegara, el clan de Intermoney, aquella sociedad mediadora del mercado de dinero que se convirtió en cantera de altos manos socialistas, entre ellos el propio Vegara y Carlos Arenillas, actual vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y esposo de la ministra de Educación Mercedes Cabrera, todos ellos socialistas de espíritu liberal, es decir, dotados de con un considerable patrimonio.

Y así, hubo que buscar un ministro de consenso, de compromis salió Joan Clos y Montilla dijo sí.