Sr. Director:

En el caso del aborto hay dos posturas antagónicas y dos fines totalmente distintos, aunque aparentemente iguales. Por un lado los abortistas que buscan ayudar a la mujer evitando que tenga que cargar con un hijo que no desea. Por otro, están los provida, que intentan ayudar a la mujer para evitarle daños físicos y psicológicos irreparables, además de evitar que la vida humana que custodia sea destruida. Como ven, aparentemente, buscan lo mism ayudar a la mujer.

Pero sólo hay que ver los medios de unos y otros para darse cuenta de que no es así. Las clínicas y médicos abortistas cobran por su ayuda a la mujer, además de no cumplir en numerosas ocasiones con los requisitos legales mínimos de protección a la mujer. Los pro-vida utilizan parte de su tiempo libre y de su sueldo en ayudar a estas mujeres, les ofrecen ayuda psicológica y material, buscando favorecer la vida de dos individuos, la de la madre y a del hijo. Cuando una mujer aborta y se siente perdida o culpable, no halla consuelo en la clínica que cobró por matar a su hijo, no recibe apoyo porque sería malo para el negocio reconocer los daños que sufre la mujer con el aborto.

Estas mujeres reciben el apoyo y comprensión de los pro-vida, que, ni la juzgan ni la piden dinero ni mejoran su negocio, ya que para ellos, las mujeres y sus hijos son seres humanos, con dignidad. Teniendo esto en cuenta, yo tengo muy claro quién tiene razón en el tema del abort aquéllos que luchan por la dignidad de la vida humana y no por intereses económicos.

Belén Rincón Guadalajara

yavembar@hotmail.com