Son 800 los alumnos que no han entrado en el aula de EpC

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, se ha mostrado dispuesto a reunirse con el movimiento objetor para tratar de buscar un acuerdo con un problema que permanece empantanado en el ámbito educativo. Tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros ha mostrado a Hispanidad su disposición a emprender el diálogo, aunque también ha matizado que la voluntad de diálogo tiene que venir por ambas partes y que además, él no es el único competente en materia educativa. Deben de hablar también con las CCAA que están buscando una salida a esa situación.

Esa situación son cerca de 800 niños que el año pasado no entraron en clase de la polémica asignatura, que fueron suspendidos en septiembre y que están a la espera de saber qué habrá ocurrido en septiembre. Además, el movimiento objetor suma 52.000 alumnos, la mayoría chavales que no han tenido que cursar todavía la polémica asignatura, pero que la tendrán que cursar cuando les toque. Y por si fuera poco, un verdadero carajal judicial que pasa desde el registro ante el Tribunal Constitucional hasta la aceptación de nuevas objeciones por los tribunales superiores de Justicia del País Vasco y de Valencia.

Cuando el Gobierno se suelta la melena con los contenidos de la polémica asignatura afirmando abiertamente que servirá para enseñar cómo poner un preservativo. José Blanco dixit. Además, todas las sospechas apuntan a que la polémica asignatura incluirá los contenidos de educación sexual que prevé la nueva Ley del aborto. Y por si fuera poco, el Ministerio echa mano de manuales educativos digitales en los que se educa a chavales de 10 años a que prueben el coito anal o los preservativos de colores. Demasiado material irritante que además viola las sentencias del Supremo que conminan al sistema educativo a no adoctrinar y no impartir contenidos que puedan generar debate social.