Aragón es una región muy grande, con bajísima densidad de población. Por tanto, gastar el dinero en poner en marcha una radio pública autonómica y una televisión autonómica, justo cuando la televisión pública estatal despide a más de 400 empleados y cuando los medios públicos están en recesión, no parece la mejor idea de todos. Pero es igual en 2007 hay elecciones autonómicas y en Aragón decidieron que los descendientes de D. Fernando El Católico tenían que tener su Ente público de radio y televisión.

En Aragón gobierna el PSOE en coalición con el PAR, un partido aragonés regionalita situado a la derecha del partido Popular, pero eso no es importante. Así que se repartieron el cotarro : la TV para el PSOE y la radio para el PAR. Para que hiciera bonito, nombraron a Eduardo Foncillas, embajador de España y hombre considerado próximo al PSOE, pero integrador y poco sectario. Eso sí, para mangonear desde dentro ni tan siquiera optaron por un periodista. No, prefirieron a un funcionario de toda confianza: Jesús López Cabezas.

No sólo eso, sino que las peleas intestinas del propio PSOE aragonés llevó a que a Eduardo Foncillas se le insinuara que dejara su puesto, a pesar de que había sido nombrado en el parlamento para dar estabilidad a la emisora naciente, al menos mientras durada la legislatura. Al parecer, el eterno enfrentamiento entre el alcalde Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y su correligionario, el presidente de la Diputación General, Marcelino Iglesias, exige este tipo de componendas. Lo cual demuestra que manipular un medio informativo no es difícil, lo difícil es ponerse de acuerdo con el compañero de partido.

Algo hay que reconocerles a los socialistas aragoneses: ni por un momento tratan de ocultar su mangoneo informativo de un medio pagado por todos los ciudadanos.