• La oposición ucraniana rechaza la amnistía condicionada aprobada por el Parlamento.
  • Líderes opositores consideran "inaceptable" que la amnistía tenga condiciones.
  • Putin presiona a Ucrania al anunciar que esperará a que el país forme un nuevo Gobierno para implementar por completo el plan de cerca de 11 millones de euros acordado con Kiev en diciembre.
  • Funcionarios del Gobierno amenazan con convertir en ilegal a Iglesia greco católica por atender a los manifestantes. 
La situación en Ucrania se enquista de tal manera que ni tan siquiera son capaces de ponerse de acuerdo Gobierno y opositores en algo en teoría tan beneficioso como una amnistía.

El Parlamento de Ucrania ha aprobado una amnistía que dejará en libertad a casi todos los detenidos durante las multitudinarias protestas populares y disturbios de los últimos dos meses. Solo quedarán en prisión aquellos detenidos que hayan cometido delitos graves. Pero el Parlamento puso como condición a los opositores que se comprometiesen a abandonar las sedes administrativas tomadas por sus activistas durante las protestas. Y claro, varios sectores opositores han considerado "inaceptable" el que la amnistía tenga condiciones y ya han advertido que no lo cumplirán.

En teoría, la amnistía entrará en vigor cuando los opositores desalojen todos los edificios administrativos, según han informado diversas agencias ucranianas. Pero eso está por ver que ocurra.

Esta medida llega un día después de la dimisión del primer ministro ucraniano Mykola Azarov y todo su gabinete.

Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin, que no quiere soltar la presa, se dedica a aumentar la presión sobre el Gobierno de Ucrania al anunciar que esperará a que el país forme un nuevo Gobierno para implementar por completo el plan de cerca de 11 millones de euros acordado con Kiev en diciembre.

Pero a los ucranianos opositores los movimientos del ruso les dan igual: lo que quieren es un mayor acercamiento a la UE y un alejamiento de la órbita rusa.

Recordemos que los opositores consideran al Gobierno ucraniano totalmente corrupto y bajo la infuencia rusa.  

Mientras, el Arzobispo Mayor de Kyiv-Halych (Ucrania), Mons. Sviatoslav Shevchuk, que preside la Iglesia Greco Católica en este país, rechazó la amenaza de los funcionarios del gobierno ucraniano de retirar el estatus legal a la Iglesia debido a que sus sacerdotes atienden pastoralmente a los manifestantes congregados en la Plaza de la Independencia de Kiev, informa Aciprensa. 

"La Iglesia no participa en el proceso político, pero a la vez no puede mantenerse al margen cuando sus fieles piden asistencia espiritual", expresó el Patriarca. "Los tiempos en que los templos eran demolidos y los sacerdotes arrestados o asesinados pasaron hace mucho", dijo Mons. Shevchuk. Por ello señaló que la Iglesia está consternada por las declaraciones que sostienen que iniciarían acciones legales para cancelarle el estatus legal.

La Iglesia como institución mantiene una posición neutral frente a la controversia política que dio origen a las manifestaciones -el rechazo gubernamental de un pacto con la Unión Europea-, pero defendió su derecho de llevar a cabo servicios religiosos fuera del templo para las personas que ocupan la plaza pública.

"La presencia de los sacerdotes allí, donde están sus fieles, es una parte fundamental de su misión pastoral", aseguró el Arzobispo. "Basados en el principio de la libertad religiosa, un derecho humano básico, un sacerdote es libre de orar dondequiera que estén sus fieles", agregó Mons. Shevchuk.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com