Sr. Director:
En el artículo que motiva mi mensaje observo que desliza algunos juicios, que no me atrevo a calificar, pero que se encuentran desmentidos por la realidad.

 

Desconozco de dónde ADECES ha sacado su modelo pero sí le puedo informar como profesional del Derecho que en Navarra rige desde tiempos inmemoriales la libertad de testar, es decir, la ausencia de legítimas. Y creo que puedo afirmar que, como consecuencia esa regulación, no ha desparecido la familia ni se ha deteriorado más la familia que en otros lugares de España, al menos de un modo significativo como para poder imputarlo a la regulación de las herencias en Navarra.

Apurando su argumento hasta el extremo se podría concluir que allá donde no exista el régimen de las legítimas la familia corre un grave peligro y de ahí a insertarlo como paradigma en el catecismo de la Iglesia Católica no iría mucho trecho.

Así que por el bien suyo y de sus lectores sería conveniente rebajar la rotundidad de determinadas afirmaciones que rezuman de cierto aroma ex-cathedra, sobre todo cuando se trata cuestiones que aunque conectadas con el dogma o la ley natural no dejan de ser meras cuestiones de tejas abajo.

Miguel de Iturbide