El debate presupuestario que comienza hoy miércoles 27 coincide con la Cumbre de Presidentes autonómicos, que se celebrará mañana jueves 28, con el acuerdo entre el Gobierno y las televisiones privadas alcanzado el martes 26 y con la convocatoria del Pacto Antiterrorista. ¿Casualidad? Para el secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, "da la impresión de que el Gobierno quiere oscurecer el debate presupuestario porque no tiene pecho que sacar".

Por otra parte, Elorriaga considera que la Cumbre de Presidentes se convoca bajo la presión del Tripartito catalán ante el déficit sanitario de la Generalitat de Catalunya: "Lo que están buscando es la coartada de que sean las Comunidades Autónomas las que parezca que han forzado al Gobierno para elevar algún impuesto. Y lo veremos dentro de muy poco".

En opinión de Elorriaga, no es el momento para debatir la financiación sanitaria porque los presupuestos ya se encuentran en situación de trámite parlamentario. Por otra parte, el formato -dos minutos de exposición por presidente autonómico- tampoco permite un debate profundo, serio y riguroso sobre los asuntos de la agenda. Pero es que, además, los organismos técnicamente mejor preparados para debatir sobre la financiación sanitaria es el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Si el debate se lleva a la conferencia de presidentes -sostiene Elorriaga en Intereconomía- es porque lo que se pretende es una foto que parapete una subida de impuestos ante un problema exclusivo de una comunidad autónoma llamada Cataluña.

Por otra parte, el secretario de Comunicación del Partido Popular señaló sentirse ofendido por el hecho de que algunos puedan reivindicar los símbolos y señas de identidad catalanas y otros "no podamos hacer lo mismo con la nación española". Además, señaló como muy grave el hecho de que Zapatero aceptará la definición de Cataluña como una nación. A su juicio, la definición de España como nación de naciones es imposible, porque el concepto de nación es excluyente: "No puede existir la nación catalana dentro de la nación española", señala el secretario de Comunicación  del PP. Un concepto intelectualmente discutible, porque la patria chica no excluye el sentimiento de una patria superior. Es más, probablemente es el camino más adecuado. La forma de ser español de Salvador Dalí era ser catalán. Y no habría sido igual, si hubiera sido murciano o gallego. Es la riqueza de la pluralidad en la unidad. Sin exclusiones.