Sr. Director:
Está visto que nuestros gobernantes no descansan en su empeño por fomentar la promiscuidad sexual.

 

La píldora del día después se ha vendido como la panacea para evitar los abortos, pero nadie ha hablado de los efectos secundarios que como indican numerosos estudios científicos es una bomba hormonal y puede provocar insuficiencia hepática, aumentar el riesgo de cáncer de hígado y páncreas, nauseas y vómitos, sangrado vaginal, vértigos o mareos, dolor de cabeza, dolor abdominal, fatiga, embarazos extrauterinos, etc.

También hay estudios que indican que el uso de la píldora del día siguiente incrementará el número de relaciones sexuales al trivializar éstas, lo que indirectamente favorecerá el aumento del número de embarazos y contagio de enfermedades de transmisión sexual.

Estudios recientes demuestran que la utilización de esta píldora no disminuye los embarazos no deseados ni tampoco el aborto entre las adolescentes. Esto no hace más que confirmar lo que ya se sabía porque diversos estudios realizados en países como Inglaterra, con una gran perspectiva en el tiempo, ya nos decían que la estrategia había fracasado y que la disponibilidad de anticonceptivos entre las adolescentes provocaba no sólo un aumento de la promiscuidad y un aumento de las enfermedades de transmisión sexual, sino que tampoco había hecho descender las cifras de embarazos no deseados ni de abortos.

Mª Elena Vizcarro Villalonga