El Banco de España ha informado en la mañana de este jueves de la subida del euribor al 3,539% en el mes de julio, lo que supone un incremento de 1,371 puntos en los últimos doce meses. Eso significa que los préstamos hipotecarios han subido sustancialmente en el último año en una tendencia claramente creciente.

Y la escalada -señalan los expertos- no ha hecho más que empezar. Unas subidas de interés que afectarán poco a las decisiones de inversión (más ligadas a expectativas de negocio), pero que frenarán el crédito doméstico y acogotarán a las endeudadas familias.

Si el crédito se frena como consecuencia de la subida de tipos -como pronostican los analistas económicos del PP- se podría desencadenar una crisis económica que estancaría nuestra economía de manera similar a como lo está Portugal. Frenado el crédito, se frenaría el consumo, el motor de nuestro crecimiento económico.

Por otra parte, el encarecimiento del crédito podría frenar el recorrido del mercado inmobiliario, e incluso provocar un recorte en los niveles de precios actuales del ladrillo, tal y como advierte el Banco de España, el servicio de estudios del BBVA y el mismo SCH que prevé un descenso de las hipotecas en la cartera de préstamos del próximo año.