Sr. Director:

Como vecino de León, quiero expresar mi sentimiento de repulsa por la decisión municipal de poner a una calle el triste nombre del "orgullo gay".

¿Dónde vamos a parar? ¿Haremos también una calle de enamorados de las avutardas? A mí me parece muy respetable que, si alguien se enamora de una avutarda, pueda convivir con ella, y ¿por qué no vamos a dedicar una calle a esta relación de pareja?

Además, ¿han pensado en lo que ocurrirá cada vez que alguien que viva en esa calle, tenga que dar su dirección? Seguro que no nos gustaría estar en su pellejo.

Juan Luis Rodríguez

univ.aragon@terra.es