El teletipo de Europa Press no precisa comentario alguno

En el 90% de los casos que se diagnostica síndrome de Down durante el embarazo se decide abortar, lo que supone una "verdadera cacería" de los fetos, según aseguró hoy el primer ginecólogo español objetor de conciencia al diagnóstico prenatal con fines eugenésicos, Esteban Rodríguez Martín.

En un encuentro organizado por la Fundación Línea de Atención a la Mujer para analizar el tercer supuesto de la Ley del aborto, que legaliza esta práctica en el caso de que el feto pueda nacer con graves taras físicas o psíquicas, este médico pidió una modificación de dicho supuesto por considerarlo el "más inhumano e insolidario de todos". Además, aclaró que los diagnósticos prenatales no son siempre fiables, por lo que "se puede abortar a fetos sanos sólo por que puedan tener riesgo de padecer alguna malformación".

Asimismo, denunció que los médicos proponen el aborto como "la alternativa más fácil" ante un problema de posible discapacidad, movidos, en ocasiones, por el miedo a la denuncia. Además de proponerlo, los expertos "no informan convenientemente del síndrome postaborto", que, según Rodríguez Martín, afecta a nivel físico, psicológico, mental y a la vida reproductiva y sexual de la madre, pudiendo ocasionar frigidez, promiscuidad o, incluso, tendencia a la homosexualidad.

Por su parte, la representante de la Fundación Línea de Atención a la mujer, María Teresa Riofrío, considera "intolerable" que el Parlamento de España siga aceptando el aborto por malformación, aunque sea "de forma implícita" en una futura ley de plazos o de supuestos.

Así, reclamó al Gobierno que aclare su posición, pues considera una "incongruencia" que por un lado firme la Convención de la ONU de los Derechos de los Discapacitados y desarrolle la Ley de Dependencia, y por otro lado, permita interrumpir la vida de aquellos bebés que podrían tener malformaciones o taras. Esta es una forma de "fomentar una cultura de perfección, desigualdad e intolerancia con los propios niños y con sus madres, que se sienten en una situación de desprotección total".
Falta de información y de alternativas.

Precisamente, esta situación de desprotección es la que vivió Cristina Bote, una mujer que ha sufrido dos abortos. En el primer caso, los médicos diagnosticaron que su hijo venía con 'Trisomía 20' y los médicos la dijeron que "la mejor solución era abortar". Cuando ella preguntó en qué consistía esa enfermedad "el médico no supo contestar" y hoy, varios años después, aún nadie le ha podido explicar qué es y cómo puede influir en la vida de una persona. Por ello, Bote denuncia la "falta de información y que no se ofrezcan otras alternativas" ante tal situación.

Otra visión la ofreció la médica y madre de un hijo con síndrome de Down, Sol Ortiz, quien cuestionó los motivos utilizados por el Gobierno para aprobar el tercer supuesto, pues su experiencia le ha enseñado que un hijo con una discapacidad "no te hipoteca la vida, simplemente exige un mayor compromiso y una nueva responsabilidad".

Al acto, también acudió Belén Rial, una chica de veintinueve años con Síndrome de Down. Ella es "superfeliz", está trabajando en una empresa y asegura que gracias a esto es "más autónoma, independiente y madura". "Soy como cualquier persona", añadió.