Los nacionalistas volvieron a salirse con la suya. Igual que consiguieron arrastrar a todo el Parlamento en la declaración institucional sobre el 23-F. Por la misma razón por la que obtienen información confidencial que el Gobierno niega a la oposición. Esta vez lo han conseguido con el castillo de Montjuic. A pesar de que Bono se había opuesto frontalmente a que el castillo fuese cedido a Cataluña hasta que hubiera garantías de que la bandera española estuviera ondeando.

Ondeará como ondea en el Ayuntamiento de Barcelona; es lo previsto en el ordenamiento, señala Montilla. Es lo previsto, pero es lo incumplido día sí, día también sin que pase absolutamente nada.

Pasará a ser museo europeo para la paz y la concordia. Esas cosas que tanto gustan a la vicepresidenta De la Vega que este lunes pasaba revista a las tropas por vez primera mientras que Bono afirmaba sin rubor que el Ejército funcionaría mejor con más mujeres. Ya se sabe que hay algo peor que una feminista: un feministo.

Lo que llama la atención es la abierta contradicción entre las palabras de De la Vega y la información oficial de Defensa en relación al retén militar. Mientras que la vicepresidenta afirma que no hay previsto nada al respecto, Defensa informa que permanecerá el personal militar que sea necesario para atender la vigilancia y custodia del Castillo. Y es que el Castillo de Montjuic seguirá albergando antenas y redes de comunicación.

En el Foro Europa Press, Durán i Lleida ha terciado esta mañana en la polémica afirmando que CiU tiene la solución: buscarle otro emplazamiento a las antenas militares. Por cierto que al líder de Unió le ha molestado que se explicite qué banderas hay que izar. En primer lugar porque le parece una innecesariedad y en segundo porque da la sensación de que no hay confianza. ¿Por qué será?