Apenas se habla de ella en la Casa, pero lo cierto es que Cajamadrid dispone de una sucursal en Miami, dedicada a banca de grandes empresas. Entre los trabajadores hay cierto pitorreo, porque Cajamadrid presume de haber sido la primera entidad en instalarse en Cuba, y a don Fidel no le gustan aquellos que tienen tratos con la "Gusanera" de Miami.

El caso es que el presidente Miguel Blesa ha querido darles una alegría a los 23 miembros de su Consejo: se los ha llevado a Miami. Durante cuatro días, de lunes a jueves, sesiones con bancos de inversión, conferencias de economistas, etc. Y más, porque algunos se han quedado con sus señoras a pasar el fin de semana, con cargo, naturalmente al presupuesto de la caja.

En la entidad se dice que las bajísimas dietas que cobran los consejeros de Cajamadrid exigen compensarles de alguna manera. Muy cierto, pero no en Miami.  

Por otra parte, Cajamadrid se ha convertido, con su importante grupo industrial, en uno de los baluartes contra el asalto socialista a las empresas privatizadas. No olvidemos que la entidad es accionista de referencia de empresas como Endesa, Iberia o Indra. En este sentido, ha corrido el rumor de la "City" de que Miguel Blesa habría aceptado un vicepresidente socialista, rumor aventado por el propio PSOE. No es así. Lo que sí está dispuesto a aceptar Miguel Blesa (es más, así lo ha propuesto) es el regreso de los socialista a la Comisión Ejecutiva de la entidad, de la que se fueron tras su pataleta por el caso Tamayo y la imposibilidad de conquistar la Presidencia de Cajamadrid. Pero nada más. 

En cualquier caso, Cajamadrid es clave en la actual "reconversión" empresarial (más bien reconversión de directivos) que prepara los hombres de Rodríguez Zapatero.