• Rousseff vence por la mínima, con el 51,64% de los votos, al opositor Aècio Neves, que logró el 48,36%.
  • En lo económico, los analistas piensan que su victoria no favorece a las empresas españolas en Brasil.
  • Y respecto a los valores no negociables, Dilma defiende la actual ley del aborto (tres supuestos) y apoya la legalización del matrimonio gay.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (en la imagen), fue reelegida ayer domingo para un segundo mandato de cuatro años en unos reñidos comicios. Según los resultados oficiales difundidos por las agencias, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) se impuso con alrededor del 51,64% de los votos al opositor Aècio Neves, candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, que logró el 48,36%. Gracias a esta victoria, el PT estará en el poder en el país al menos 16 años seguidos: ocho con Lula da Silva (2002-2010) y otros tantos con Rousseff (2010-2018).

En su primer mensaje al país tras su triunfo electoral, Rousseff llamó a los brasileños a la "unidad" y el "diálogo" para superar las dificultades. "No creo, sinceramente en el fondo de mi corazón, que estas elecciones hayan dividido el país", afirmó acompañada de su predecesor en el cargo, Lula da Silva. La presidenta en funciones, que renovará su mandato el 1 de enero, señaló que "estas elecciones han movilizado ideas y emociones a veces contradictorias, pero movidas por un sentimiento común: la búsqueda de un futuro mejor para el país".

Por su parte, Aècio Neves reconoció la victoria de Rousseff y la felicitó por su triunfo electoral. "Ahora la mayor de todas las prioridades es unir a Brasil en torno a un proyecto honrado que dignifique a todos", señaló tras haber protagonizado una dura campaña electoral en la que ha acusado de corrupción a los líderes del gobernante Partido de los Trabajadores.

En el ámbito económico, según algunos analistas, la victoria de Rousseff puede tener consecuencias negativas en las cotizaciones de las empresas españolas que operan en Brasil: Santander, Telefónica, Mapfre, Repsol, Iberdrola, Gas Natural, Amadeus, Indra, Inditex, Mango, Acerinox...

Tampoco se sabe cómo va a reaccionar Dilma con el Santander (que cuenta con 3.489 sucursales y 48.312 empleados; alrededor de 30 millones de clientes y 16.479 cajeros automáticos en el país). Fue este banco español el que recomendó en una carta este verano a sus clientes de rentas altas que su victoria sería perjudicial para la economía brasileña. Cosa que no gustó nada a Rousseff.  

Recordemos lo que piensa Rousseff de los 'principios no negociables' -es decir, de los principios establecidos por Benedicto XVI- que un católico debe tener en cuenta a la hora de votar: vida, familia, libertad de enseñanza y bien común; o más en concreto: no votar a partidos que defiendan el aborto en alguna de sus formas o el matrimonio homosexual, como contrarios a la ley natural.

Según Pulzo.com, respecto al aborto, Rousseff está en contra de la legalización y a favor de la actual ley que solo permite el aborto en caso de violación, riesgo para la vida de la madre o cuando el feto es anencefálico. Y respecto al matrimonio gay, Rousseff se muestra a favor (en Brasil el matrimonio gay es reconocido por la Corte Suprema, pero el Congreso no ha legislado al respecto).

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com