En la Fiesta de Santiago Apóstol, patrón de España, la plaza de la Catedral estaba tomada por los independentistas gallegos del Bloque, ahora en el Gobierno.

Dos días antes, el sábado 23, había estallado un artefacto en la ciudad, aunque eso puede que no tenga nada que ver. El caso es que el Bloque escenificó, y con estupenda coreografía, quiénes son y adónde se dirigen. Así, tres eran los grupos y las banderas que se exhibían: independentistas, con la estrella correspondiente (curios la izquierda separatista española, sea catalana, vasca o gallega, no deja de exhibir el símbolo soberanista de origen estadounidense), ecologistas y gays. Tres grupos cada vez más unidos en las más diversas latitudes.

Lo mejor, el montaje de música rock donde se dejaba oír la voz de Mariano Rajoy, hablando de los hilillos del Prestige.