Su plan no ha cambiado: co-Presidencia no ejecutiva y retirada a los 65 años, con más de 100 millones de euros en el bolsillo. El principal adversario de su proyecto: en caso de OPA sobre el BBVA, Emilio Botín, junto a otros bancos y cajas de ahorros españoles, pondrá en marcha la contra OPA y una operación ABN: desguace de BBVA entre bancos y cajas de ahorros españoles. El consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, cada vez manda menos. Los directores regionales y de zona son los que llevan el peso de la gestión. A destacar la buena labor de Juan Asúa, a pesar de su inexperiencia en banca comercial El pasado día 19 de octubre Francisco González, presidente del BBVA, cumplía los 63 años de edad. Le quedan dos para jubilarse como presidente ejecutivo, pero siente que le queda menos tiempo aún para evitar una OPA hostil. El BBVA es un banco que vive pendiente de una OPA, entre otras cosas porque le falta liderazgo, a pesar de ser más rentable que su principal competidor, el Santander.

Ni directivos ni empleados, ni analistas externos, creen en la continuidad del banco, lo que no deja de resultar una paradoja, a la vista de los buenos resultados de la entidad.

En el propio seno de la entidad lo explican así: los de Argentaria han tomado "la torre", es decir, la Corporación, pero no la red, porque no saben. Así que, los que ganan dinero y llevan el negocio del día a día son los directores regionales y de zona, casi todos ellos procedentes de los antiguos bancos de Bilbao y de Vizcaya. Esos directivos incluso se ven obligados a retorcer la directrices que vienen de "la torre", proceso amplificado por el hecho de que el consejero-delegado, José Ignacio Goirigolzarri, cada vez se comporta más como un presidente, de viaje por el mundo y sin mucho contacto con la red. En la jerga interna, Goiri "ha dejado el mando".

Ahora mismo, el BBVA es llevado por tres personas: Juan Asúa, José Barreiro y Vicente Romero. Asúa se encarga de España y Portugal. Ésta ha sido la única sorpresa positiva que se ha llevado la red. Procedente de Salomon Brothers y de la Corporación Banesto, Asúa no es un especialista en banca comercial, y fue apartado de la primera línea porque no se entiende con José Barreiro, con quien compartía banca al por mayor. Pero Asúa ha sabido ganarse a los suyos y se ha dado en cuenta enseguida de que los que saben hacer las cosas, son las antiguas redes de BB y BV. E Iberoamérica, asimismo banca comercial, la lleva otro ex BB: Vicente Rodero. Esa es la parte que gana dinero, pero no la que manda. El que manda es FG.

Con una plantilla que sigue funcionando por inercia pero sin ninguna ilusión, el presidente FG está intentando, de nuevo, una fusión amistosa con algún banco extranjero, en especial con el británico HSBC, el segundo banco del mundo por capitalización. El plan sigue siendo el mismo que intentará dos años atrás: fusión absorción, quedarse dos años como co-presidente no ejecutivo de la entidad resultante y jubilarse. En dos años, ya contará 65, y considerando que a 31 de diciembre de 2006 ya tenía acumulados 54 millones sólo en fondos de pensiones, y que el tridente del BBVA -FG, Goiri y el secretario del Consejo, José Maldonado, acumulan entre pensiones y blindajes 140 millones de euros, no resulta desproporcionado pensar que FG se iría a su casa en 2009 con más de 100 millones de euros. Si finalmente lo consigue y se marcha, FG habrá vivido uno de los procesos de enriquecimiento personal más llamativos de la historia de la banca española… con cargo al balance del banco que preside, se entiende.

Ahora bien, si HSBC acepta, se pondrá en marcha el plan de salvamento de la "españolidad" del segundo grupo bancario de España. Cuando a Emilio Botín, presidente del Santander, se le ha planteado la opción de opar al BBVA, siempre ha respondido lo mismo: directamente es imposible. Ahora bien, si un banco extranjero lanza una OPA sobre el BBVA, el Santander responderá con una contra OPA. No sólo eso, la opción que capitanearía el cántabro supondría otra operación ABN, con el desguace consiguiente del banco, y en ese desguace participarían otros bancos y cajas de ahorros españolas.   

Todo ello con el apoyo del Gobierno Zapatero. Precisamente, lo que no convence al HSBC de la oferta de FG es justamente eso: que su oferta no contaría con el apoyo de La Moncloa.