El Gobierno argentino se sienta con los fondos-buitre -qué remedio- para negociar el pago de su deuda, una vez que los tribunales les hayan dado la razón… a los buitres.

Aquí hay que distinguir entre lo legal y lo justo. Lo de los fondos buitres tenedores de deuda argentina es una extorsión. Tienen razón porque fue el Estado argentino quien se comprometió con ellos, ergo, su petición es legal. Pero no es justo.

Esos fondos compraron deuda argentina en el mercado secundario a precio de risa. Es más, Néstor Kirchner, que fue quien rompió la baraja, se mostró dispuesto a pagarles con plusvalía, pero no por lo que ellos exigían.

Ya saben que no suspiro por doña Cristina Fernández de Kirchner, una mujer que haría bien en retirarse a la Patagonia por el bien de los argentinos. Pero eso no quita que hayamos creado un sistema financiero internacional e injusto de suyo. Está dirigido por lo que ahora ha dado en llamarse banca en la sombra, unos fondos buitre que no rinden cuentas nadie y que extorsionan a personas y países en nombre del libre mercado.

La única solución a esta extorsión legal es el jubileo sobre la deuda y un sistema financiero, no regulado sino sancionado, cuando el espíritu del prestamista ceda ante el del usurero.

Eulogio López

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