Otro factor importante es el de la concentración de medios, tan negativa para el mantenimiento de un panorama de medios plural, pero tan bien vista por quienes solo se encargan de analizar la rentabilidad de la inversión bursátil.
Así, la fusión entre Antena 3 y la Sexta empieza a despertar recelos en el mercado. En primer lugar, por las citadas incertidumbres respecto a la evolución de la publicidad. Pero, sobre todo, porque la Sexta no es un buen partido para casarse. Los denominados "compromisos de pago" por derechos de las retransmisiones deportivas son un lastre que el futuro matrimonio debería compartir, mientras los expertos ponen en tela de juicio las supuestas sinergias que deberían acompañar a la fusión.
Mariano Tomás
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