Sr. Director:
El ansia urbanística, alimentada por el dinero barato y fácilmente accesible, hizo crecer en los tiempos felices una burbuja que, la historia es súper conocida pero precisamente por eso me parece interesante recordarla.

Al reventar la burbuja, ha dejado en España un inmenso parque de viviendas vacías y un buen número de grandes urbanizaciones fantasma que descuellan en la nada, en medio de parameras o de terrenos de labor, prácticamente deshabitadas y que apenas reciben la visita de algunos corresponsales de medios de comunicación extranjeros que indagan en la diferencia española.

Es el amargo despertar del sueño de muchos pueblos que quisieron ser ciudades y de muchos ciudadanos que especulaban con el negocio inmobiliario y que cuyo anhelo de prosperidad resultó malbaratado por la cruda realidad.

JD Mez Madrid