Aunque Solbes se había manifestado contrario a que la fiscalidad se utilizara para modelar precios, la verdad es que perdió la batalla. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, está empeñada en su cruzada particular en contra del tabaco y presionó para lograr una subida de precios que penalizara a las compañías de bajo coste.

Pues bien, el castigo no debió de ser suficiente. Al menos eso creen en Altadis. El presidente del consejo de administración, Jean Dominique Comolli, pronosticaba en la mañana de este jueves que habría nuevas subidas de impuestos para el tabaco de bajo coste con el objeto de equipararlo a Europa. Y es que la fiscalidad española se encuentra en los 55 euros por cada 1.000 cigarrillos mientras que la media europea se encuentra en el entorno de los 70 euros. No sabemos si Comolli ofreció información a los analistas en su encuentro londinense o más bien había confundido el deseo con la realidad habida cuenta de la creciente competencia de las compañías de bajo coste sobre la hispano-francesa.

Y es que Altadis ha ganado en el primer semestre 191 millones de euros, un 24,9% menos que en el mismo período del año anterior como consecuencia del cambio regulatorio de la fiscalidad operado en España en el mes de febrero. La primera reforma dejó a las compañías en muy mala situación y Altadis se vio obligada a hacer seguidismo de la política de descreme de precios de Philip Morris. La posterior subida de impuestos, especialmente a las compañías de bajo coste, permitieron a las compañías tradicionales regresar a su nivel de precios anterior. Y ahora esperan que un nuevo impuesto penalice todavía más a las compañías de bajo coste.