Botín, tres años más como presidente del Santander: por algo fichó a Rojo.

Tiene toda la razón el presidente de la entidad. Ya está bien de juvenalitis. Si alguien se encuentra en plena forma (y el presidente del Santander lo está, a base de manzanas y mucha natación) es Botín.

No obstante, la jugada de Rojo, el gobernador que le entregó Banesto, ha sido genial, porque Rojo tiene su misma edad y acaba de entrar. Está claro : las limitaciones de edad deben imponerse a los directivos, pero no a los presidentes.