Una potente arma con la que nos enfrentarnos a este otoño será una mayor tasa de vacunación antigripal para minimizar el impacto de esta enfermedad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido recientemente de que la pandemia de coronavirus va a ser "más dura” en otoño e invierno, estaciones en las que aumentará la mortalidad por COVID-19, y no hay más que ver en nuestro país que poco a poco las cifras no paran de crecer.
Y es que, según opina el doctor Jesús Recio, jefe de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud de Valencia, en esta etapa se prevé un aumento en la mortalidad por la COVID-19 dada la temporada de gripe y la mayor mortalidad de los ancianos durante el invierno.
El inicio de la gripe es más brusco mientras que en la infección por coronavirus SARS-CoV-2 los síntomas aparecen de manera más suave
“Si se compara el virus de la COVID-19 con los virus respiratorios sincitiales, el rinovirus, o el virus de la gripe, que afectan a la población en las épocas de frío, es previsible esperar un aumento de la transmisión y de la incidencia de nuevos casos con la llegada del otoño y del invierno”, según advierte.
Otra de las circunstancias a tener en cuenta, a juicio del doctor Javier Satorres, jefe de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud de Torrevieja, es que esta infección pueda darse al mismo tiempo que las infecciones respiratorias causadas por otros gérmenes diferentes a la COVID-19 como la gripe, los, así como los catarros u otras viriasis respiratorias e infecciones bacterianas, llegando a agravar el cuadro del paciente.
"Esto puede entrañar dificultades ya que la sintomatología producida en todos estos procesos es muy similar a la de la COVID-19, e incluso se podrían simultanear las infecciones en los pacientes", sostiene.
Covid-19, resfriados y gripe: cómo distinguirlas
Por ello, el doctor Recio insiste en la importancia de diferenciar las tres principales infecciones respiratorias que pueden tener lugar este otoño. Según apunta, tanto en la COVID-19, como en los catarros o la gripe, en los tres casos los síntomas más frecuentes son: La fiebre, el malestar general, dolor de garganta y la tos. “Por lo que es muy difícil diferenciarlos sólo por eso, aunque existen sutiles diferencias entre ellos”, señala.
La buena noticia es que, al igual que en años anteriores, esperamos que predominen los cuadros respiratorios menores sobre los episodios de gripe y de COVID-19
En concreto, cita que el inicio de la gripe es más brusco y provoca una mayor afectación del estado general del paciente desde el inicio de la enfermedad, mientras que, en la infección por coronavirus SARS-CoV-2, los síntomas aparecen de manera más suave.
Por otro lado, señala que la gripe tiene una duración aproximada de una semana y después desaparece, mientras que con el resto de cuadros pseudogripales en dos o tres días te encuentras mejor. “El paciente con COVID-19 estos síntomas de fiebre, malestar, dolor de garganta, y a veces falta de aire, dura unos días más que la gripe”, añade.
Eso sí, el experto de Quirónsalud Valencia valora que la mayor parte de las infecciones en estos meses de otoño e invierno serán por los virus habituales que generan los cuadros respiratorios menos importantes. "La buena noticia es que, al igual que en años anteriores, esperamos que predominen los cuadros respiratorios menores sobre los episodios de gripe y de COVID-19", recalca.
A falta de vacuna y antivirales
Ahora bien, el SARS-CoV-2, coronavirus que provoca la COVID-19, no distingue entre las personas y puede ser mortal a cualquier edad. Por esto, los especialistas de Quirónsalud insisten en la importancia de la responsabilidad individual: "Hay que recordar que no sólo es por protegernos a nosotros mismos, sino que tenemos la obligación social y moral de proteger a familiares y amigos".
Además, y hasta que no se disponga de una vacuna y de antivirales contra la COVID-19, el doctor Satorres insiste en que las mejores medidas de prevención frente a la infección por coronavirus siguen siendo "la mascarilla, el respeto de la distancia de seguridad, el lavado frecuente de manos, así como evitar las aglomeraciones y los ambientes cerrados".
Para los enfermos crónicos, además de cumplir con las recomendaciones de la población general, los especialistas de Quirónsalud Valencia y Torrevieja aconsejan continuar con su medicación
El doctor Recio, por su parte, incide en que otra potente arma con la que enfrentarnos a este otoño será una mayor tasa de vacunación antigripal para minimizar el impacto de esta enfermedad, recordando que recientemente, la prestigiosa revista científica BMJ ha publicado un artículo científico en el que advierte de que contraer la COVID-19 y la gripe al mismo tiempo duplica el riesgo de fallecimiento del paciente.
A su juicio, en el caso de pacientes crónicos, con inmunodeficiencias, y de los mayores de 65 años, es recomendable la vacunación antineumocócica, una bacteria que produce infecciones respiratorias, “en ocasiones muy graves”, con cuadros de neumonía que pueden ser incluso mortales.
Aunque la recomendación de evitar reuniones en grupos numerosos es para toda la población, en el caso de las personas mayores y/o con enfermedades crónicas esta indicación debe de ser respetada por su mayor vulnerabilidad, según insiste el experto en Medicina Interna de Quirónsalud Valencia.
Para los enfermos crónicos, además de cumplir con las recomendaciones de la población general, los especialistas de Quirónsalud Valencia y Torrevieja aconsejan continuar con su medicación, mantener unos hábitos saludables en su dieta y hacer ejercicio físico.
“Después de la experiencia vivida en la primera fase de la epidemia y al finalizar el confinamiento, los pacientes atendidos llegaban en malas condiciones a los hospitales afectos de infartos de miocardio, ictus, pancreatitis, etc. Por eso, no se deben retrasar sus revisiones o desatender aquellos síntomas que pueden derivar en consecuencias graves”, alertan ambos expertos.
Con ello, recuerdan que los centros sanitarios han diseñado circuitos diferenciados de COVID-19, y en el caso concreto de los hospitales Quirónsalud donde trabajan, estos cuentan con la certificación Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19, que acredita que sus instalaciones cumplen con los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.
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