Gobierno (el presidente, Pedro Sánchez y la ministra Magdalena Valerio) se reúnen con sindicatos y patronales
Si algo sabe el PSOE, también el de Pedro Sánchez, es crear conmoción. La reunión de este miércoles entre sindicatos, empresarios y Gobierno, celebrada en Moncloa, ha convocado a todo el mundo mediático con gran éxito de crítica y público, claro que sí.
De la primera reunión ha salido un intento subir el salario mínimo -muy bueno- y a partir de ahí, Gobierno y sindicatos -CCOO y UGT, ahora renacidos- se han dedicado a hacer más rígido el mercado de trabajo, que ya lo es mucho: buscar el trabajo seguro, que no existe; poner trabas burocráticas a las empresas, que ya disponen de un elenco, y, según la ministra Valerio, crear inspectores de trabajo, personajes enormemente productivos; perseguir los fulminantes ataques laborales contra la igualdad de género que, como es sabido, es la vocación oculta de todo emprendedor, incluso emprendedora.
Cambiar cuotas por IVA
Vamos, que la única idea de la genial ministra Valerio consiste en perseguir al empresario para demostrar que ella es muy progre. Así no se crean puestos de trabajo pero se incordia a los ricos.
Para crear empleo, y por eso a la izquierda le cuesta tanto crear empleo, se precisan las siguientes condiciones: un solo tipo de contrato, indefinido, con indemnización pactada de antemano. No tres, sino uno sólo. Así se acabaría con la temporalidad y el empresario podría prescindir de los vagos, que haberlos haylos.
Cambiar cuotas por IVA. Las cuotas en España son tan elevada que provocan economía sumergida: falsos autónomos, etc.
Salario mínimo de 1.000 euros netos. El resto de la banda salarial, que lo decida el mercado
Salario mínimo de 1.000 euros netos. El resto de la banda salarial, que lo decida el mercado.
Salarios dignos. Lo que traducido quiere decir: salarios bajos dignos. De los medios y altos que se preocupe el mercado. Hay que poner un salario mínimo de 1.000 euros netos al mes, por cuarenta horas de trabajo.
Pero me temo que el Gobierno Sánchez no va por ahí. Así, en España seguiremos condenados al paro eterno y al trabajo chapuza.