Sr. Director:
No sé si podré explicar algo de este contradictorio título, pero lo cierto es que aquel slogan de los marxistas: “La religión es el opio del pueblo”, es lo que está poniendo en práctica el gobierno que tenemos, hijo de Mayo del 68 y también, aunque indirectamente, hijos de la nueva Iglesia Católica, que hicieron de una Nación Católica como era España, con la oposición de muchos miembros de la Jerarquía y del clero católico, el Gobierno que tenemos. Pero como Dios siempre mira por el bien de sus hijos, resulta que se está estableciendo en muchas ciudades el “Rosario del hombre”; quedaba uno impresionado al ver en una calle de una ciudad polaca, a varios cientos de hombres, de rodillas rezando el rosario; pues esta celebración pública de rezar los hombres en la calle, se está extendiendo por muchas ciudades. Esta nueva celebración, visto el estado de descomposición del mundo y de la Iglesia Católica, puede ser un remedio eficaz para el bien del mundo y de la Iglesia, pues hasta ahora, eso de rezar era propio de las mujeres.
Cristo no envió a predicar a las mujeres sino a los hombres. Está actuación puede ser el inicio de una nueva era, en la cual, como al principio, los hombres serán los Apóstoles de los últimos tiempos. Por tanto, los hombres tenemos que ser conscientes y colaborar en esta misión y así demostraremos que la religión no es el opio del pueblo, sino la salvación del mundo.