ZP es cazurro, esto es, cabezón y baturro, y está empeñado en pasar a la historia como el pacificador de Euskadi. Considera que sólo eso, además de una alianza con todo tipo de nacionalismo, catalán, vasco, gallego y canario, cántabro o aragonés, mallorquín, etc., podría hacerle ganar ahora las elecciones. Tenemos que meternos en la cabeza que el único enemigo de ZP es el PP porque el PP es el único que puede arrebatarle lo único que le importa: La Moncloa.
Por tanto, ZP considera, en contra de la opinión el ministro del Interior, Pérez Rubalcaba (si le das la espalda, te la clava).
Ahora bien, tras el ridículo de la negociación directa con los terroristas durante la pasada legislatura, que la madre de Joseba Pagaza le echara en cara, vinieron los asesinatos de la T4. ZP, cazurro, aseguró que suspendía indefinidamente la negociación con la banda. Rubalcaba se atrevió a contradecir a su jefe y aseguró que la suspensión era definitiva, palabra que el propio ZP se cuidó mucho de asegurar. Además, en cuanto se enfrió la sangre de los cadáveres, el bueno de ZP aseguró que él no había fracasado, que quien había fracasado era ETA.
Ahora, cuando Mayor Oreja habla de negociación, lo que está diciendo es que ZP insiste: a pesar de sus triunfos antiterroristas, innegables, Zapatero pretende dar oxígeno a los batasunos, con la esperanza, puro síndrome de Estocolmo, de que los de la kale borroka no se integren en la banda. Algo parecido a lo que reclama el PNV, siempre cobarde, cuando asegura que el final de ETA debe ser pactado entre iguales y no el triunfo de una de las partes en liza.
¿Hay negociación secreta PSOE-ETA? Sí, si entendemos, como entiende Mayor Oreja, que Batasuna y ETA no son sino las dos caras de una misma moneda. Si no, claro que hay negociación con ETA.
Eulogio López
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