La resaca es un mal aliado profesional. Sobre todo para los periodistas; especialmente si deben enfrentarse a la cámara y presentar la información de una manera coherente. Pero en TVE parece que da igual 8 que 80. Así que Helena Resano se permitió presentar el primer Telediario del año con un buenas noches. Sólo le faltó el cotillón.

Aunque quizás se confundió con el informativo de la noche, que también le tocó presentar a ella. ¿Explotación laboral o su compañero estaba peor que ella? Por otra parte, si TVE quiere tener autoridad para exigir financiación estatal, debería esmerarse más en la calidad de sus informativos. No sólo en la exigible pluralidad, sino también en su calidad técnica.

Que sus enviados especiales empiecen tarde sus crónicas porque el sonido llega tarde no tiene pase. Que la presentadora mire a la cámara inadecuada no ocurre ya ni en las televisiones locales; que se presente una pieza y entre el video de la siguiente, no tiene pase. Que para informar sobre el primer día sin tabaco utilicen imágenes de los propios trabajadores del Ente saliendo a fumar a la calle resulta cutre y salchichero. En resumen, que más le valdría a Carmen Caffarel empezar a cuidar el producto antes de negociar con Hacienda el asunto del parné.