Y es que cada vez que se emprende un proceso de negociación, la independiente Audiencia Nacional comienza a realizar actuaciones cuando menos sospechosas. Desde el entorno abertzale ya se ha hecho llegar al gobierno la petición de que suspenda la celebración de juicios. El mismo Joseba Permach (Batasuna) confirmó el martes 30 de agosto la existencia de contactos informales con el gobierno.
Y es que la oferta del gobierno Zapatero consiste en deportar a los presos con delitos de sangre graves y aplicar mejoras (acercamiento, tercer grado, etc.) al resto de los presos. Siendo esto así, un número mayor de condenados complica todavía más la gestión de la crisis, por lo que el gobierno trataría de retrasar la celebración del macrojuicio. De momento, la respuesta de ETA ha sido exigir la autodeterminación para emprender la negociación. Es decir, que las muestras de voluntad negociadora no son demasiadas. Al menos, de momento.